Tengo muchas cosas que compartir con respecto al sentir. Se me hace cada vez más obvio y evidente lo importante que es hablar de este tema porque son cada vez más las personas que me encuentro a las que les parece que les cuesta esto del sentir y/o no entienden muy bien a qué me refiero cuando hablo de sentir 

Y algunos dirán: pero ¿cómo es eso, si todos tenemos un cuerpo humano y todos sentimos!? Y es así: eso es lo natural así que si es lo que estás pensando te doy toda la razón 

Sin embargo, aquí me estoy refiriendo al Poder del Sentir. Porque si bien todos tenemos la capacidad de Sentir; con esta capacidad puede suceder lo mismo que puede suceder con cualquiera de los otros sentidos: podemos mirar sin ver, oír sin escuchar, oler sin olfatear, probar sin degustar. Puede ser también que, por alguna condición física, uno o más de estos sentidos no funcione porque se haya nacido así o porque se haya perdido por alguna razón. 

Es así como unos tenemos esta capacidad del sentir más desarrollada que otros y, lo que es más común, unos la tienen más bloqueada (como yo también la tuve en su momento). Y esto tiene mucho que ver con cómo hemos sido educados, nuestro entorno, las creencias, ideas, etc en torno a sentir. Vivimos en una sociedad que lejos de motivarnos a desarrollar esta capacidad, nos motiva a dormirla 

Ejemplo: ¿te duele la cabeza? Tomate una pastilla  

¿Tienes malestar? Tómate un jarabe! ¿Te duele un pie? Ponte un antiinflamatorio ¿Te sientes muy triste? Tomate un antidepresivo  

Y si eres de los que se atreve a expresar sus sentimientos, entonces venía el típico comentario: los hombres o las princesas no lloran, te ves fea llorando, o si por el contrarío te reías mucho: Fulanito ya! O el típico “compórtate!” Si te ponías a bailar dando vueltas: siéntate !  Y pare de contar. ¿A cuantos les dijeron algo de eso?  

Y la constante repetición de este tipo de mensajes por parte de nuestros padres o figuras de autoridad, terminaron formando una idea en la mayoría de nosotros (por no decir todos) de: es mejor no expresar lo que sientes, es mejor ignorar el cuerpo y bloquear sus mensajes porque no hacerlo me trae problemas 

Para algunas personas, la razón por la cual han bloqueado esta capacidad es porque pueden haber vivido experiencias traumáticas con las que registraron que no es seguro habitar el cuerpo. Y como para sentir es necesario hacerlo, son personas que a la larga viven mucho en la mente y bloquean tanto como pueden su capacidad de sentir. 

Sea cual sea la razón por la que una persona registre que no es seguro sentir o habitar su cuerpo, lo más probable es que luego esa persona comience a reprimir lo que siente: sea en forma de emociones, sentimientos o sensaciones.  

Lamentablemente esto, en lugar de beneficiarnos puede terminar perjudicándonos en distintos niveles ya que, ser capaces de sentir las diferentes sensaciones, sentimientos y emociones a través del cuerpo, es clave para una vida feliz, plena y de bienestar 

Según Ph. D. Peter Levine y Maggie Phillips, autores del libro: Libre de Dolor;  

“Nadie puede sanarse eficaz y eficientemente del dolor ni del sufrimiento emocional, físico o espiritual, sin involucrar al cuerpo en el centro de su proceso de sanación” 

A nadie le gusta sentir dolor claro está. El asunto es que evitarlo, rechazarlo, reprimirlo y/o tratar de escapar del dolor y/o sufrimiento, lejos de transformarlo, lo va acumulando y tarde o temprano, el cuerpo lo va a mostrar o la vida nos lo va a presentar ya sea a través de una relación, un empleo, entre otros.  

Y si miramos más allá, rechazar cualquier sensación, sentimiento y/o emoción por miedo a experimentar aquello que, desde nuestra percepción es incómodo, denso y/o desagradable; también implica indirectamente que nos cerramos a experimentar en su totalidad, sentimiento y emociones que nos hacen bien como lo son: la alegría, la gratitud, la compasión, el amor. 

Hoy te invito a practicar estos 3 sencillos ejercicios para ir reconectando con tu capacidad de Sentir: 

  1. En las mañanas, al despertar, comienza a hacerte consciente de las distintas sensaciones que comienzan a despertar en tu cuerpo. Simplemente obsérvalas, siéntelas. 
  1. Siente la tela de la ropa que elijas, si es suave o áspera, fresca o calurosa, si es holgada o apretada. Y nuevamente sólo siente las diferentes sensaciones sin juzgarlas, sólo sentirlas 
  1. Cuando te duches y/o laves las manos, enfócate en sentir las distintas sensaciones que despierta el agua en tu piel: si está fría o caliente, si el agua de la ducha cae con fuerza o suavidad, etc.  

Registra las distintas sensaciones que vayas experimentando con estos ejercicios. Si los practicas con regularidad, te darás cuenta que cada vez se te hace más fácil sentir y estar presente en las sensaciones de tu cuerpo. 

Si quieres profundizar un poco más sobre este tema, te invito a mirar este vídeo en mi cuenta de Instagram sobre este tema 

Con el anhelo de haber aportado y sumado en tu vida… 

Hasta un próximo encuentro 

En Amor y Gratitud 

Daniela